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Superar la ITV puede ser difícil, especialmente en coches con muchos años o kilómetros. Uno de los motivos más habituales de fallo son los gases contaminantes, ya que la prueba mide monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno del escape, y si exceden los límites, el vehículo no aprueba. Mantener estas emisiones bajas ayuda a pasar la inspección, alargar la vida del motor y contribuir a un aire más saludable.

Mantener el motor en buen estado

El funcionamiento del motor tiene un impacto directo en la cantidad de contaminantes que expulsa un vehículo. Si el motor presenta desperfectos, piezas desgastadas o filtros obstruidos, la emisión de gases nocivos se incrementa notablemente. Por ello, es importante realizar inspecciones periódicas de los componentes clave del motor.

Comprobar el sistema de inyección, las bujías y los filtros de aire y aceite ayuda a mantener una combustión correcta. Cuando una bujía está deteriorada, el combustible no se quema completamente, lo que provoca un aumento de hidrocarburos y monóxido de carbono en los gases de escape. Igualmente, un filtro de aire sucio dificulta la entrada de oxígeno, afectando la mezcla de combustible y elevando la contaminación.

Conservar estos elementos en buen estado asegura que la combustión se realice de manera eficiente. Esto no solo disminuye las emisiones contaminantes, sino que también optimiza el rendimiento del motor y su consumo de combustible. Así, el cuidado regular del motor contribuye a un funcionamiento más limpio y eficiente del vehículo.

Mantener en buen estado el sistema de escape

El sistema de escape, que incluye el catalizador y el silenciador, juega un papel esencial en la reducción de gases contaminantes. El catalizador transforma los gases tóxicos en sustancias menos dañinas y su correcto funcionamiento es crucial para pasar la ITV. Si el catalizador está obstruido o dañado, los niveles de monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno aumentan. 

Revisar periódicamente el sistema de escape, buscando fugas o corrosión, puede evitar sorpresas desagradables en la inspección. En vehículos diésel, los filtros de partículas también requieren atención; su limpieza o sustitución puede marcar la diferencia. Puede ser interesante ponerse en manos de Autoreparaciones Sánchez para realizar una limpieza de filtro de partículas y garantizar que el sistema funcione a pleno rendimiento.

Revisión de los filtros

Los filtros en un vehículo tienen la función de resguardar el motor de impurezas y residuos, pero también contribuyen a que las emisiones sean menores. Entre los principales se encuentran el filtro de aire, el filtro de aceite y, en los automóviles diésel, el filtro de partículas, los cuales requieren inspecciones periódicas.

Cuando un filtro se encuentra obstruido, el motor no quema el combustible de manera correcta, lo que provoca un incremento de gases nocivos como el monóxido de carbono y partículas dañinas para el ambiente. Mantener estos elementos en buen estado asegura que el motor trabaje eficientemente, evitando problemas de rendimiento y posibles daños.

Cambiar los filtros según las indicaciones del fabricante permite que el vehículo funcione de manera estable y reduce las probabilidades de fallar en las revisiones técnicas obligatorias. Con esto, se prolonga la vida del motor y se minimiza la contaminación generada por el coche.

Uso de buen combustible

El tipo de combustible que uses afecta significativamente la contaminación que produce tu vehículo. Los carburantes de mala calidad suelen tener impurezas y químicos que impiden una quema completa, provocando más humo y liberación de sustancias perjudiciales al aire.

Optar por gasolina o diésel de marcas confiables y seguir las indicaciones del fabricante permite que el motor funcione de manera óptima. Algunos combustibles contienen elementos que limpian los conductos de inyección y evitan la acumulación de residuos dentro del motor, lo que ayuda a reducir la emisión de gases contaminantes y mantiene el rendimiento del coche en buen estado durante más tiempo.

Mantener en buen estado los neumáticos

Los neumáticos tienen un papel importante en el impacto ambiental de un vehículo, aunque no sea evidente a simple vista. Si están desinflados o mal alineados, generan más fricción con el suelo. Esto hace que el motor tenga que esforzarse más para mover el coche, aumentando la cantidad de gases contaminantes que libera.

Revisar la presión con frecuencia y ajustar la alineación cuando haga falta contribuye a que el vehículo funcione de manera más eficiente. Estas prácticas no solo ayudan a contaminar menos, sino que también optimizan el consumo de combustible y aportan una conducción más segura. Mantener los neumáticos en buen estado es una forma sencilla de cuidar el medio ambiente y proteger a los ocupantes del coche.

Revisión del sistema de inyección

El sistema de inyección regula cuánta gasolina llega al motor. Cuando los inyectores presentan suciedad o desgaste, la proporción entre aire y combustible se altera, provocando que el motor funcione de manera ineficiente y produzca más gases contaminantes.

Realizar controles regulares del sistema ayuda a mantener su correcto funcionamiento. Si se detectan problemas, es conveniente realizar una limpieza especializada para restablecer el equilibrio en la mezcla de aire y combustible. De esta forma, el motor trabaja de manera más eficiente, mejora el rendimiento y reduce la cantidad de emisiones nocivas, prolongando la vida útil del vehículo y cuidando el medio ambiente.

Conducción eficiente

El modo en que se conduce tiene un gran impacto en la cantidad de gases contaminantes que produce un vehículo. Movimientos bruscos, como acelerar de manera repentina o cambiar de marcha de forma inadecuada, así como dejar el motor encendido sin moverse, elevan significativamente las emisiones.

Adoptar una conducción tranquila y constante ayuda al motor a trabajar en su mejor rendimiento. Mantener velocidades estables y minimizar aceleraciones innecesarias permite que la combustión sea más uniforme y menos contaminante.

Aprovechar la energía del vehículo al reducir la velocidad con antelación y evitar frenar de golpe también favorece un consumo más eficiente de combustible. Este tipo de conducción no solo protege el motor, sino que contribuye a disminuir la liberación de gases al medio ambiente, haciendo que los trayectos sean más sostenibles y respetuosos con el entorno.