Tras un choque en carretera, muchas personas no saben a quién dirigirse para recibir una compensación. El trámite puede resultar confuso, ya que intervienen varios aspectos, como quién tuvo la culpa, el tipo de perjuicio ocasionado y quiénes participaron en el suceso. Cada detalle influye en el proceso.
¿A quién se reclama el accidente de tráfico?
Cuando ocurre un accidente de tráfico, la compensación económica suele exigirse a quien lo haya provocado. Esto implica que la persona o entidad culpable, ya sea por no actuar con cuidado, cometer errores al volante o no seguir las reglas de circulación, debe hacerse cargo de los perjuicios ocasionados.
En muchos escenarios, la culpa pertenece al conductor que ha incumplido alguna norma, como saltarse un semáforo, no guardar la distancia con otros vehículos o manejar tras consumir sustancias prohibidas. Sin embargo, hay ocasiones en las que la responsabilidad puede estar dividida entre varios implicados, o incluso recaer en otras personas ajenas al volante.
¿Cuándo la responsabilidad no va ligada al conductor?
En ocasiones, el culpable de un accidente no es quien maneja el vehículo. Existen situaciones donde otros actores pueden ser los responsables y, por tanto, quienes deban cubrir los daños ocasionados.
Por ejemplo, si el siniestro ocurre por una avería en el coche, un defecto de fábrica o errores en las revisiones técnicas, la responsabilidad puede recaer en quienes diseñaron el vehículo, en el taller que lo reparó o en quienes lo revisaron. Estas fallas pueden ser la causa directa del accidente, haciendo que los responsables no sean los conductores.
También puede suceder que el accidente esté relacionado con el mal estado de la carretera. Si la calzada tiene baches, la señalización es incorrecta o no hay avisos visibles sobre peligros, se puede reclamar a la administración encargada de esa vía. Esto incluye tanto calles urbanas como carreteras.
En situaciones donde intervienen vehículos de compañías de transporte, como autobuses o camiones, la responsabilidad puede recaer en la empresa. Si el siniestro se produjo por falta de mantenimiento o por no seguir las normas de seguridad, será esta quien deba asumir las consecuencias.
Por último, si quien provoca el accidente no tiene seguro o desaparece sin dejar rastro, existe una solución. El Consorcio de Compensación de Seguros se encarga de atender a las víctimas en estos casos, ofreciendo cobertura cuando no hay otra persona identificada para responder por los daños causados. Este organismo garantiza que las personas afectadas puedan recibir una compensación justa.
¿A quién hay que reclamar la indemnización?
Cuando ocurre un accidente de tráfico, lo más común es dirigirse a la aseguradora del conductor que causó el incidente para pedir una compensación. En España, todos los coches deben tener un seguro obligatorio que se hace cargo de los perjuicios causados a otras personas, tanto en bienes como en salud.
Una vez se determina quién fue el culpable del choque, su seguro debe hacerse cargo de pagar por los arreglos del vehículo dañado, los problemas físicos sufridos, las pérdidas económicas y también las consecuencias emocionales que puedan surgir.
En ciertos casos, también es posible iniciar el trámite con tu propio seguro si tienes una póliza que cubra los daños que sufras, como ocurre con los seguros a todo riesgo. Este tipo de contrato suele incluir servicios como defensa legal o cobertura frente a situaciones específicas, lo cual permite gestionar el proceso sin depender únicamente del seguro de la otra parte.
Pasos para realizar la reclamación
Cuando ocurre un accidente de tráfico, es importante seguir una serie de pasos para poder recibir una compensación adecuada y proteger tus intereses.
- Reunir pruebas y documentos: hay que recopilar todos los elementos que puedan servir como prueba. Esto incluye el parte del accidente si se llenó en el momento, o un informe policial si intervino la autoridad. También es útil conservar informes médicos, facturas de tratamientos o arreglos, imágenes del lugar del suceso y cualquier otro elemento que respalde lo ocurrido.
- Informar a la aseguradora: es necesario comunicar el incidente a la compañía de seguros del conductor responsable dentro del plazo permitido. Este aviso debe ir acompañado de todos los documentos que demuestren tanto los daños como las lesiones.
- Evaluación de daños: la aseguradora enviará a un especialista para revisar los desperfectos en los vehículos. Si hay heridos, también se revisarán los informes médicos para calcular la magnitud de las secuelas.
- Propuesta de compensación: una vez hecha la evaluación, la compañía propondrá una cantidad económica como compensación. La persona afectada puede aceptarla o escribir un reclamo si considera que no cubre lo suficiente.
- Demanda judicial: si no se logra un acuerdo por esta vía, queda la opción de llevar el caso a los tribunales, donde un juez decidirá cuál debe ser la cantidad que corresponde recibir.
¿Cuánto tiempo hay para reclamar?
En España existe un límite de tiempo de doce meses desde el momento del incidente para realizar una reclamación directa ante la compañía de seguros. Este período se acorta a medio año cuando se trata de daños físicos y la responsabilidad recae en una entidad pública, como en accidentes causados por el mal estado de una carretera.
Si se decide acudir a los tribunales, también se cuenta con un plazo de un año desde el día del accidente para iniciar el proceso legal, salvo situaciones excepcionales que permitan ampliar ese margen. Respetar estos tiempos es clave para conservar el derecho a pedir una compensación.
¿Qué hacer si eres víctima de un accidente?
Si eres de Valencia y buscas un abogado especializado en accidentes, sin lugar a dudas te recomiendo ponerte en contacto con RCPlusAbogados porque ellos te darán el asesoramiento legal que buscas. Este despacho cuenta con experiencia en la reclamación de indemnizaciones por accidentes de tráfico, ofreciendo un acompañamiento profesional desde la recogida de pruebas hasta la resolución final del caso.
Su equipo legal está acostumbrado a negociar con aseguradoras y a gestionar reclamaciones judiciales, asegurándose de que las víctimas reciban la compensación que merecen sin tener que enfrentarse solos a la complejidad del proceso.
¿Por qué es importante tener asesoramiento legal?
Pedir una compensación puede parecer una tarea fácil, pero en realidad suele ser un proceso largo y complicado. Tratar con aseguradoras y con quienes causaron el daño requiere tiempo, paciencia y conocimientos legales. Muchas veces, las aseguradoras intentan pagar lo menos posible o incluso niegan el caso.
Por eso es tan importante contar con la ayuda de un abogado que conozca bien este tipo de situaciones. Este especialista estudiará todos los detalles, valorará de forma justa lo ocurrido y elegirá el mejor camino para reclamar. También se encargará de reunir los papeles necesarios, hablar con la aseguradora y, si la situación lo exige, presentar una demanda. Tener a un profesional a tu lado te da más posibilidades de recibir una cantidad justa por lo que has sufrido.